Reflexionando sobre asuntos actuales...


Me hacen llegar este escrito para que comparta esta mirada a los asuntos que nos aquejan; y nuestra encomienda con los niños desde una perspectiva montessoriana.


Me detengo un ratito en mi ajetreado domingo para que juntos reflexionemos sobre los acontecimientos que tanto los adultos como nuestros niños han estado viviendo en estos meses. Hoy escribo porque siento la necesidad de expresar todo lo que mis sentidos han experimentado en este tiempo.

Estos meses han sido históricos, nos han enseñado a la buena o a la mala a reinventarnos, a adaptarnos y a ser pacientes ante las diversas situaciones. En diciembre comenzamos con los sismos, cuando vimos casas de nuestros vecinos, las nuestras, estructuras como tiendas e iglesias, todas ellas caídas. En un abrir y cerrar de ojos, dolió ver las estructuras físicas en el suelo; aquella casa por la que trabajamos años para su construcción en segundos se volvió escombros, sin embargo, la familia, los vecinos y la comunidad completa se unió para levantar a su prójimo. Allí fuimos testigos del poder de resiliencia y empatía del boricua.

Cuando pensamos que la normalidad estaba llegando a nuestro ambiente escolar, nos despertamos un día con la noticia de que no regresaríamos a la escuela. Comenzábamos el famoso distanciamiento social para frenar la propagación del Covid 19. Los niños ya tenían idea de lo que era el Coronavirus, pero definitivamente ninguno estaba preparado para esta fase. Tuvimos que modificar el sistema educativo y comenzar a emplear la tecnología para la enseñanza de conceptos. Aun a la fecha de hoy, 10 semanas después, continuamos tomando talleres y Webinar para prepararnos mejor en el uso de la tecnología y que los niños puedan recibir el pan de la enseñanza.
Como dijo María Montessori, "La educación es el mejor arma para la paz". Así que como guía Montessori me he tenido que preparar para llegar a mis niños, sea de forma presencial o de forma virtual.

Otro de los eventos que nos han marcado es la reciente muerte de George Floyd y cómo la misma reaviva las protestas contra el racismo en Estados Unidos. Me siento indignada, pienso en cómo yo puedo aportar a un mundo mejor y la manera más eficaz, sin duda alguna, es educar, guiar al niño que pasa por mis manos. Por otro lado, el lanzamiento de un cohete desde suelo estadounidense, eso ha marcado a los niños que nunca habían visto el despegue del que ayer fuimos testigos a través de las cadenas de televisión del país y las redes sociales.

Todos estos acontecimientos nos marcan para toda la vida. Por un lado, vemos cómo la naturaleza nos impacta, tanto con los sismos, como con un virus que ha matado a miles de personas mundialmente, quizás directa o indirectamente. Por otro lado, vemos cómo la tecnología ha alcanzado un nivel superior al comparar el lanzamiento del cohete de SpaceX con el anterior de hace casi 10 años, sin embargo, los pensamientos racistas del hombre aún permanecen tan latentes como en la época de los 1700 y 1800, donde violamos los derechos de los demás porque nos creemos superior, incluso se cometen asesinatos. Así que con estos últimos eventos vemos un avance significativo en la era de la tecnología, pero años de retroceso en el pensamiento y razonamiento humano. Esto me lleva a pensar y preguntame de qué vale que la tecnología esté tan avanzada que podamos ir al espacio, pero en la Tierra nos estemos matando. La Tierra, que es nuestro hogar, donde habitamos los seres vivientes y hasta el momento el único lugar del Universo donde hay seres humanos. Decía María Montessori: "Un hombre así preparado, consciente de su misión en el cosmos, será capaz de edificar un mundo nuevo de paz".

Nos toca a nosotros educar a esta generación, nos toca a nosotros ser el ejemplo de ellos. ¿Qué hubiese pasado si yo no me hubiese emocionado con el lanzamiento del cohete, si no hubiese hecho el "count down", cómo hubiesen actuado mis hijos? Si no me indigno ante el racismo, ¿cómo ellos percibirán estas acciones? Eduquemos para un mundo de paz, fomentemos los valores, la sana convivencia para que podamos amarnos y respetarnos no importando las clases sociales, ideologías religiosas y políticas, razas... Es tarea de todos nuestra reconstrucción social. Todos somos parte del maravilloso Universo y todos provenimos de la misma partícula creadora. Cierro esta reflexión con una de mis citas favoritas de María Montessori: "Sembrad en los niños ideas buenas aunque no las entiendan. Los años se encargarán de descrifarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón".

©MAR,2020

 

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