Cambiando conductas...
Para vivir en una sociedad más
justa, debemos ser empáticos. La empatía es ponernos en el lugar de los otros
para experimentar su sentir. Los recientes eventos de racismo que hemos estado
viviendo nos permiten plantearnos cómo podemos brindar a nuestros niños herramientas
para combatir este mal social.
Según expertos en el tema de
la sociología, el racismo es una conducta aprendida: son sentimientos de
desprecio a otro que es diferente a nosotros. Esto se aprende del ambiente en
que crecemos, con los comentarios de los adultos, rechazo a los demás y
conductas xenofóbicas. Como adultos debemos autoevaluarnos y hacer una introspección
para saber si nuestros niños demuestran la conducta porque lo aprenden de nuestro
modelaje. De ser así, hay que enfrentar nuestros dilemas y buscar ayuda para
exterminar estas conductas.
Algunos puntos importantes
que debemos reconocer para criar un niño sin prejuicios raciales son:
1.Antes de cumplir un año, el
cerebro de un bebé ya puede reconocer diferencias raciales. No debemos enfocarnos
en resaltar las diferencias. Todos somos únicos y especiales.
2.Para los cuatro años, los
niños pueden internalizar prejuicios raciales. Esto desde las concepciones que
tenga la familia o comunidad donde se desenvuelva.
3.Ya a los doce años, muchos
niños dan por certero lo aprendido de sus padres, y le puede tomar hasta una
década para moldear el proceso de aprendizaje para aceptar las diferencias
culturales.
4.Los niños expuestos a la
sociedad multiracial trabajarán mejor para eliminar los prejuicios, incluso si
sus padres no hacen nada.
5.Es importante hablar con los niños
para conocer sus experiencias con los prejuicios raciales.
6.Afrontar sus propios
prejuicios como adultos y actuar como ejemplo de la manera en que desean
que sus hijos actúen ante los demás.
7.Incentivar a sus niños para
que sean amables y compasivos con personas de todos los grupos raciales,
étnicos y culturales.
8.Sea un buen ejemplo con diálogo
y acciones.
9.Permita a sus niños tener círculos
de amigos variados. Esto les permite participar en actividades y experiencias
multiculturales.
10.Viaje y exponga a sus niños a
otras culturas, pues ayuda a comprender que hay diversidad en el mundo.
11.Participe en las actividades
de sus niños, pues puede abogar mejor por un trato justo hacia los grupos
racialmente marginados que compartan con ellos.
12.Enseñe a su niño desde edad
preescolar que todos somos distintos. Incluso puede colocar su brazo al lado
del de él o ella para mostrarle los diferentes tonos de piel dentro de su
familia.
13.Hable abiertamente con su niño
acerca de las razas, la diversidad y el racismo. El tocar estos temas le brinda
la confianza necesaria y lo tiene a usted como fuente de información primaria.
Si deseamos profesar la diversidad
debemos reconocer nuestros propios prejuicios y reflexionar sobre ellos para mejorar.
Si somos modelos adecuados para nuestros niños, podemos ver un cambio en las próximas
generaciones.
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