Las bicicletas y los niños

 

Uno de los recuerdos más presentes en mí lo es el recibir una bicicleta cuando terminé el Kindergarten. Esa bicicleta fue un obsequio de mi abuelo y él se encargó también de enseñarme a correr la bicicleta sin las ruedas pequeñas. Cada vez que montaba la bicicleta era una nueva aventura. Recuerdo que a mi hermana y a mí nos llevaban a los parques, a los terrenos vacíos y hasta a la calle para perfeccionar el manejo de la bicicleta.

De estos momentos ya han pasado alrededor de 30 años y la bicicleta sigue siendo un artefacto que ayuda en varios aspectos a tanto niños como adultos. Hoy día se recalca la importancia del equipo de protección como casco, rodilleras y coderas para evitar accidentes mayores. Cada padre debe orientarse sobre los mejores equipos para que los niños tengan experiencias enriquecedoras haciendo uso de una bicicleta.

 

Algunos beneficios de que los niños aprendan a correr bicicleta son:

Mejor coordinación

Los niños que aprenden a correr bicicleta tienen movimientos más coordinados, pues deben pedalear, mantener el equilibrio y mover el manubrio para controlar la dirección. Al realizar varias tareas al mismo tiempo pueden mejorar su coordinación y concentración, además de ser capaces de lograr por sí solos tareas de diversa complejidad.

 

Buena salud mental

Salir de casa en bicicleta es un ejercicio saludable que tiene efectos en la salud mental, pues favorece que se liberen endorfinas, las llamadas hormonas del bienestar. El niño se siente orgulloso de poder realizar un ejercicio independientemente y cuando logra correr la bicicleta sin ruedas pequeñas siente que ha alcanzado una gran meta. Además, se fortalece el vínculo con los padres y los amigos, pues se comparte un momento muy especial lleno de risas y recuerdos agradables. Todo ello evita la aparición de ansiedad y depresión en los pequeños.

 

Activa el corazón

Una buena alimentación y mantener a los niños haciendo ejercicios crea buenos hábitos desde pequeños. Ellos nos lo agradecerán cuando lleguen a la adultez. Este ejercicio mantiene la buena salud cardiaca de los pequeños, pues hace que el corazón se mantenga en forma mientras bombea la sangre, aumenta la frecuencia y se mantiene una correcta circulación. Además de que todo su sistema circulatorio comienza a funcionar de manera adecuada.

 

Menos riesgo de sobrepeso

Hoy día, la obesidad infantil es un problema que se extiende a gran escala en todo el mundo. Como padres debemos proveerles a nuestros niños actividades en el exterior para que se mantengan activos. Algo tan sencillo como caminar 30 minutos al día puede ayudar a mejorar la salud física de los chicos. El correr bicicleta es un ejercicio aeróbico sin impacto que ayuda a quemar calorías y mantener un peso corporal saludable.

 

Contacto con la naturaleza

El ciclismo permite el contacto directo con la naturaleza, ya sea en caminos rurales o un parque en el centro de la ciudad. Los juegos al aire libre suelen ser los que más diversión aportan para los pequeños y la bicicleta los motiva a hacer ejercicio y tener contacto con la naturaleza. Con esta actividad pueden salir y disfrutar del entorno natural, el aire fresco, la flora, la fauna y la luz solar.

 

Cuidado del medio ambiente

Un niño que monta bicicleta a menudo reconoce que es un medio de transporte que ayuda al medio ambiente porque no lo contamina. De esta manera va creciendo y teniendo en cuenta el cuidado de nuestro planeta.

 

Conciencia cívica

Cuando un niño corre regularmente la bicicleta le ayuda a conocer y respetar las reglas de convivencia y de la carretera desde temprana edad. Si se le enseña además a usar el equipo de protección, lo replicará con el cinturón de seguridad cuando esté en un automóvil.

 

En la medida que sea posible, sería excelente que las familias puedan proveerles a sus niños las experiencias de poder aprender a correr bicicleta y fomentar sus beneficios para que ellos vayan formándose integralmente.