Hacía mucho tiempo atrás venía pensando cómo podía reinventarme en alguna actividad relacionada a mi campo de estudios. Cada vez que llegaba una idea a mi mente, yo misma la cortaba de raíz debido a diferentes situaciones que encontraba como la excusa perfecta. Un año después que nació mi primera hija, como familia decidimos que me quedaría a cargo de su cuidado. Fueron largos años los que pasé bloqueando el tema de emprendimiento. A pesar de que tenía todos los factores a mi favor, pensaba de manera negativa y seguía pasando el tiempo. En el 2018, la familia crece con la llegada de mi segundo hijo. Estábamos recién pasando los estragos del huracán María y decidí reincorporarme como maestra para mantenerme al día en el campo educativo, y a su vez, aportar económicamente a la realidad familiar. Este empleo fue muy intenso para mí, ya que llevaba ofreciendo educación en el hogar a mi niña durante tres años y me tocó ver el otro lado de la moneda. Cuando regresé a la sala de clases,
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